Son numerosos los amigos y conocidos que dirigen a la comunidad informática cuestiones de esta índole. Cuestiones tales como: ¿Cómo me han robado mi cuenta de una red social? ¿Puede alguien verme por la webcam sin mi permiso? ¿Me pueden robar al realizar compras por Internet? ¿Puede alguien ver las fotos que guardo en mi PC?
La inmensa mayoría de los usuarios de Internet tienen auténtico pavor de que algo así les suceda. De hecho, sin ir más lejos, he visto con mis propios ojos multitud de webcams tapadas con un trozo de cinta adhesiva.
Por supuesto es posible que todo esto ocurra, aunque ciertamente, a medida que pasa el tiempo cada vez se hace menos probable. Hace entre 20 y 30 años se comenzaba a hablar del “hacker” y no mucho después, precisamente para marcar la diferencia, del “cracker”. Eran tiempos en los que un PC tenía una dirección única y apenas protección (por lo que era fácilmente rastreable), no existían firewalls (cortafuegos) y los antivirus existentes no estaban lo suficientemente preparados para lo que se les venía encima.
Por suerte esta etapa pasó a la historia. Hoy en día podemos afirmar que más del 80% de los usuarios de Internet tienen instalado un antivirus y un firewall. ¿Por qué entonces hay tantos PCs infectados con virus? La respuesta es bien sencilla: el mayor de los riesgos de un PC es el desconocimiento del propio usuario.
La mayoría de las amenazas de seguridad de un PC provienen de tres fuentes: el correo electrónico, el intercambio o descarga de archivos y la instalación de software de terceros; aunque posteriormente la amenaza puede moverse a través de memorias USB u otras vías.
En el primero de los casos la gente tiende a enviar datos por Internet sin comprobar previamente si el destinatario de estos datos es realmente quien dice ser. Muchos de los usuarios reciben un correo en el que se les solicita su usuario y clave de una red social o, lo que es peor, del propio correo electrónico. A menos que conozcan personalmente a quien se dispone a enviar sus datos o pueda mantener una conversación telefónica con esta persona está totalmente desaconsejado que envíe sus datos privados.
Cuando decimos intercambio de archivos nos referimos en su mayoría a clientes P2P. Al descargar lo que creemos que es una película, la canción de nuestro cantante favorito, juegos, etc. en multitud de ocasiones lo que estamos descargando es un virus informático. En el momento en que abrimos el archivo estamos abriéndole las puertas de nuestra casa a lo que quiera que realmente sea.
Con respecto a la instalación de software de terceros acostumbramos a instalar cualquier cosa aceptando que no hará daño al sistema y ésto, en muchos casos, no es cierto. Hay que comprobar en la medida de lo posible que el fabricante del software dispone de una firma o un pliego de condiciones.
¿Cómo protegernos entonces?
Si seguimos ciertas reglas es bastante sencillo mantener nuestro PC limpio y nuestra seguridad intacta.
- Windows no es el único sistema que existe, pero sí el que más se infecta. Puede probar otras opciones como Macintosh o distribuciones sencillas de Linux con entornos KDE que son bastante parecidos Windows y además gratuítas.
- Si se decanta por Windows, asegúrese de instalar un antivirus serio. Hay numerosas opciones tanto de pago como gratuítas que funcionan bastante bien. Permita que éste se actualice automáticamente para estar al día de las nuevas amenazas. Use cortafuegos.
- No envíe ningún dato por correo electrónico ni los introduzca en una página web si no está completamente seguro o no puede comprobar que la empresa o persona que se halla al otro lado es de verdad quien dice ser. Use el sentido común, no le daría tampoco su PIN de la tarjeta bancaria a alguien que no conoce, ¿verdad?.
- Analice con su antivirus cualquier archivo que descargue, bien venga de algún programa de intercambio, del correo electrónico o directamente de Internet.
- Intente comprobar siempre el software que instala en su PC, sobre todo si es de terceros. A veces resulta pesado, pero ante la duda investigue un poco acerca del software antes de instalarlo (evitará algún que otro caos).
- Haga escáner de virus y limpiezas frecuentemente.
Si sigue estas reglas firmemente, está usted preparado para quitar la cinta adhesiva de su webcam.
